El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. (G.K.CH)

Loa

Qué envidia!, oh! muerto, que descansas sin pesares! Que alegría para tí!, árbol, cuyos fundamentos son sólidos y nada te afecta. Que feliz!, tú, ave, que no fijas un lugar. Que triste, tú, hombre, que piensas y no encuentras respuestas, que sientes y tu alma no se conforta, que quieres, pero estás tan muerto, inmóvil y desarraigado que, definitivamente, ya no sientes nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario