El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. (G.K.CH)

Hoy

Desdémona¡Celos! ¿Le he dado yo algún motivo?

Emilia: Los celos no se satisfacen con esa respuesta; no necesitan ningún motivo. Los hombres son celosos porque lo son. Los celos son monstruos que nacen y se alimentan de sí mismos.
Acto tercero, escena IV de Otelo, de W. Shakeaspeare

No hay comentarios:

Publicar un comentario