El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. (G.K.CH)

Lo hice para quebrarme a mí (Sobre “Déjalas Partir” de Fito Páez)

Después de cada mañana, esas en las que nos enfrentamos al espejo que nos devolvía lágrimas. Cuántas veces nos hicimos daño? Por qué intentamos ponernos en la baranda de la noche y mirar fijo el vacío? Cuando el invierno era verano y la primavera era la quimera que no podíamos recordar.
Y no podríamos explicarlo, ni a nosotros ni a nadie, ni al analista fino, ni al oportunista de opiniones sobre la vida del otro, ni la ilusión podía entenderse, ni la tarde, ni la mañana.
Todo era gris, todo era tinieblas, áspero, sin color, ni tecnicolor, era todo para romper ese silencio y la marca del dolor, del hierro que nos había marcado, lo que ya no será, lo que fue.
Tantos espíritus volcados en las botellas y en la noche, en cada marca, en cada lugar, donde lo intenté, donde quise quebrar, en donde quise quebrarme a mí. Por odio, y por cada día, hasta el fin.
Cuando la mañana sea mañana y el día día, nunca más, menos sufrir, ni quebrar, ni quebrarme a mí.
Todo lo que hicimos para quebrarnos a nosotros mismos, por odio, por amor, por tantas cosas, por tan pocas, pero tan importantes, y que no podemos explicar.

Todo por castigar, por quebrar, por quebrarme a mí.

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