El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. (G.K.CH)

Me quiere, no me ama, me quiere...


Escuchar una canción de amor frustrado es, básicamente, escuchar el lamento solitario de un enamorado individualista, escuchar una canción del nacimiento del amor, es oír lo que un enamorado individualista piensa que va a ser ese amor.
En definitiva, siempre escuchamos la campana individual del amor de pareja, que en definitiva es un querer, o algo parecido. Y en esto se debate el amor de esta época.
Soy consciente en no ser el primero, ni ser el último en escribir sobre el amor, por lo que aunque parezca concluyente sólo voy a esbozar mi humilde parecer.
Todo nace de un sentimiento, obvio, me gusto, me atrae, y me voy interesando por ese otra/o, igual a millones, pero que en nuestro sentimiento empieza a distinguirse del resto.
Este sentimiento, nos lleva a querer estar con esa persona, llamarla, mandarle flores, hacerle regalos y hasta pagarle una vuelta en una Ferrari, si ese fuera el caso.
Pero Amar es distinto de querer, como Bonnie Tyler es distinta a Rod Stewart, aunque su voz suene muy parecida.
Nadie le quita pétalos a una Margarita diciendo me quiere, no me ama, me quiere, no me ama.
Querer es un sentimiento individualista que parte de uno, y solamente de uno, sería algo así como: …te quiero hasta que me empieces a molestar. Y mientras no se vista mal, me corresponda en las miradas, gestos y caricias uno va queriendo. Suele pasar que uno quiere más que al otro, que uno quiere y el otro no, etc.
El amar, en cambio, es comunidad, son dos, ya que a pesar de nacer de uno el amor, se ve reflejado en otro, que en definitiva devuelve la misma mirada. Se aman tal como son.
Esa mirada, no es individualista, porque para amar uno debe saber que con seguridad el amado lo va a molestar. Seguro va a engordar, tiene frases de dudosa sapiencia, pretende saber cosas que no sabe, o directamente no sabe cocinar, seguro que tiene días malos, tiene en suma defectos, tantos y hasta seguramente más que uno.
Bien dice Benedicto Raztinger que: “Amar significa también tomar decisiones difíciles y dolorosas, anteponiendo siempre el bien del amado, no el de uno mismo”, y es así porque en definitiva, el amor es querer siempre el bien del otro y por sobre todas las cosas del otro como es, sin cambiarle nada. Amarla hasta cuando es insufrible.
Porque para comenzar a hablar de amor, hay que aceptar al otro con todos los defectos visibles, y los que seguramente no tiene muy en la superficie, o los que va a adquirir en el futuro.
En este punto me detengo y diferencio frases. “Hago esto por mi, no porque vos me lo pidas” es incorrecto desde el amor, ya que si uno ama, hace todo por el otro. Dice Jesús: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 14-13)
El amor es: hago las cosas por vos, me levanto por vos, creo en vos, me cambio el peinado por vos, te escucho por vos, y cualquier otra cosa estúpida que haya hecho uno por amor.
De más está decir, que si el amor no es recíproco, este sistema no funciona.
Ahora, cuando las personas de la pareja hacen todo por el otro, le sacrifican la individualidad al otro, reitero, recíprocamente, hay un principio de amor.
Digo que hay principio porque aún faltan dos cosas para que el amor sea de pareja sana, y digo sano por usar algún adjetivo.
Falta en segundo lugar, la honestidad, y eso es que uno, teniendo al otro tan disponible y en total entrega, sea lo suficientemente honesto, como para usar esa disponibilidad con respeto hacia la conducta que uno mismo sigue. Por ejemplo, no es amor, si uno ante la disponibilidad del otro, lo manipula, lo agobia, y tortura, porque en el fondo, desde la honestidad, tampoco nosotros queremos que nos hagan eso cuando nos ponemos en disponibilidad hacia otro.
Finalmente, y lo deje al final pero en realidad es la primera de todas, nos encontramos con la libertad.
Y es la libertad la que nos permite entregarnos al otro, porque si somos esclavos no podemos amar nada, y también porque cuando el otro nos entrega su libertad por amor, también por amor hay que devolverla.
Y es ahí cuando, entiendo, hay verdadero amor, es decir cuando dos personas se entregan mutuamente, en libertad, para honestamente cuidarse y libremente respetarse.
Como apostilla diría que toda esta palabrería debería estar guardada en la bolsa de la verdad, porque donde hay verdaderos sentimientos, donde hay verdadera comprensión, hay verdadero amor, todo lo demás es humo, y el humo intoxica, y la intoxicación nos lleva indefectiblemente a la muerte.
Puede sonar presumido, haber pretendido encerrar un concepto tan arduo en algunas palabras, pero en fin, siempre he sido vanidoso, lo siento, sólo ámenme.

mi mini oración

El sol matinal me ciega, me acostumbré a la penumbra, dame Dios la luz, dame alegría y consolación. No hay nada que ansíe más que tu abrigo, y la alegría, eso te lo pido por la Virgen María. Y así, feliz, me consuele en el valle de los lozanos y verdes pastos que se crían junto al agua fresca del manantial de tu paciencia. Y protegido por tu mirada, Pastor, duerma al cobijo de tu música. Amén.