El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. (G.K.CH)
Hay una logia, un grupo muy reducido de gente que conoce cada recoveco del corazón de uno. Los amigos, que encarnan un sentimiento infantil de grupo y de pertenencia, que son lo épico y lo glorioso, los que compartimos nuestros llantos, nuestras alegrías y nuestras estupideces.Siempre están conmigo. Los compañeros de ruta sobre los cuales hemos mirado en los momentos de zozobra, cuando creíamos que nuestro barco se iba a pique, o en los momentos de alegría, en donde todo parecía eterno. Son los que recordamos borrosa y etílicamente, cuando tocamos la guitarra, cuando cantaron en público, "...como hubiera querido Tanguito...", cuando viajamos y saltábamos el despeñadero imprudentemente, con los que vimos la muerte, el dolor, la fatiga de una cumbre montañosa.  También están los de los asados, política y mujeres, sea que hay que reformar la constitución o la armoniosa chica de antaño ahora está mejor... o peor.., sea que uno toma coca-cola y otro un vino añejado de muchos dólares. Siempre están. Hay otros de risas, comida, y deporte. Cuando nos abrazamos en la victoria, y nos molestamos en la derrota, cuando en el más improbable de los comentarios ridículos y pasatista, alguno se abre y nos muestra el alma. Los tengo de todos los tamaños, hay altos, enanos, gordos, flacos, de todos los estados, solteros, casados, divorciados, los tengo vivos y muertos, los tengo cerca de mi casa, otros muy lejos. Algunos los veo siempre, a otros nunca. Pero siempre están.